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¿Quién es el verdadero autor? Polémicas en la Cumbia Amazónica
Como en todo negocio, los productos de consumo masivo generan competencia, y la música como producto no es la excepción. Antes de la era digital, el boom de la música tropical en la industria de la música grabada motivó a los sellos discográficos a vender gran cantidad de discos a los oyentes que, al aumentar cada vez más la demanda, crearon un ideal de éxito reflejado en ingresos monetarios para todos los actores involucrados. En este contexto, un ejemplo concreto lo tiene Juaneco y su Combo de Pucallpa, una de las primeras agrupaciones de música tropical en grabar canciones originales en Lima entre 1968 y 1969. Esta agrupación no solo abrió un mercado de alta demanda en la región amazónica, también estandarizó una forma de proyectar su sonido, estructurar canciones y definir un estilo propio.
El guitarrista de Juaneco y su Combo, Noé Fachín compuso la canción Caballito Nocturno que, fue publicada en el lado A de un disco de 45 a través del sello Imsa. Años más tarde, Los Mirlos, una agrupación formada por músicos de Moyobamba, debutaron con su primer disco de larga duración en Lima, en 1973. La canción que da nombre a este álbum, El Sonido de Los Mirlos, guarda una notable similitud con Caballito Nocturno tanto en su desarrollo rítmico, melódico y armónico. Esta canción, firmada por Gilberto Reátegui, guitarrista y compositor del grupo fue publicada en un disco de 45 incluso un año antes, y presenta variaciones mínimas respecto a las ideas originales de Fachín en la introducción, en las partes que serían consideradas estrofas y coros. En una entrevista de 1977, Fachín dijo conocer el hecho y seguir sorprendido, y señaló que respondió en 1972, con una canción titulada Me robaron mi Runamula (lo que en realidad quiso decir fue: Me robaron mi Caballito Nocturno, ya que la Runamula es mitad mujer y mitad mula que cabalga por las noches, según la mitología amazónica), algunos años después. Sin embargo, como ninguna música es completamente original, los compositores utilizan recursos técnicos para transformar las influencias rítmicas, armónicas y melódicas que reciben. Por ejemplo, cuando Juaneco y su Combo publicó su primer disco de larga duración en 1969, la canción El Llanto del Ayaymama, de Fachín, mostró una notable influencia tanto en el género mismo como en el ritmo armónico y el coro de La Leyenda del Ayaymama, obra de Adolfo Sandoval, grabada por el Dúo Loreto y publicada por el sello Odeón en 1965.
En el segundo disco de larga duración de Los Mirlos, nuevamente surgen similitudes sospechosas con una obra musical previamente grabada y publicada en 1971 por Los Wembler’s de Iquitos. Según el registro textual del disco de 45, la canción Cumbia Amazónica acredita a Salomón Sánchez como compositor. Sin embargo, en el disco El Poder Verde de Los Mirlos, se atribuye la autoría a Gilberto Reátegui. Aunque las similitudes abarcan ritmo, melodía y armonía, hay detalles adicionales, como pausas, gritos y otros elementos, que refuerzan la idea de copia, más que inspiración o una versión de Cumbia Amazónica. Llama la atención que en el mismo disco de 1974, Los Mirlos incluyeran otra canción compuesta por Alberto Sánchez, El Chasco, cuya letra fue modificada después por Jorge Rodríguez de Los Mirlos. No se puede afirmar que exista una omisión autoral ya que en el registro de Apdayc y en el disco figuran Jorge Rodríguez y Gilberto Reátegui como autor y compositor, respectivamente. Se adjunta la prueba: El Chasco. Esta canción fue publicada originalmente por Los Wembler’s de Iquitos en su primer álbum de larga duración, A Bailar con Los Wembler’s, en 1972, con la misma temática festiva y trágica en el mensaje.
Del mismo modo, Jair Sánchez, cantante de Los Wembler’s de Iquitos, mencionó en una entrevista en el año 2020 que, mientras la agrupación se encontraba grabando la canción Sonido Amazónico, original de Alberto Sánchez, el guitarrista de Los Mirlos, Gilberto Reátegui, estaba presente en el mismo lugar. Posteriormente, llegó la noticia de que Los Mirlos publicaron la misma canción en un disco de 45 sin consultar previamente al compositor. Aunque se respetó textualmente la autoría de la canción según el registro en el disco, omitieron la consulta previa, dañando así la primicia del lanzamiento por parte de la agrupación original. Un hecho similar ocurrió con la canción La Danza del Petrolero original de Los Wembler's con la versión de Los Mirlos. Todo esto desencadenó una batalla legal que falló a favor de Los Wembler's de Iquitos, como ya era de esperarse. A este punto es necesario aclarar que, si bien las similitudes entre estas canciones son obvias, Los Mirlos por su lado, optaron por reforzar su sonido característico en la guitarra, usando efectos de modulación, como Chorus y Trémolo. De la misma manera que, afianzaron un estilo más sobrio en la parte rítmica que en conjunto, diferenciarían su sonido de otras agrupaciones selváticas.
En 1972, cuando Juaneco y su Combo de Pucallpa publicó su segundo disco de larga duración, El Gran Cacique, a través del sello Infopesa, incluyeron la canción Agüita de Sachachorro, compuesta por Noé Fachín. Esta canción fue nuevamente objeto de apropiación de frases sustanciales completas, como se puede percibir en una canción compuesta por Gilberto Reátegui de Los Mirlos en 1975. Esta obra fue publicada primero en un disco de 45 y luego en el álbum de larga duración titulado Los Charapas de Oro, pero con el título El Llorón, haciendo referencia directa a las declaraciones junto a la canción de acusación Me robaron mi Runamula de Noé Fachín, como un acto de burla.
Una pieza clave en este desarrollo es el proceso creativo, porque es donde se combinan por un lado el aprendizaje y perfeccionamiento de la técnica compositiva, como también queda demostrado en estos ejemplos de muchos más, algunas prácticas intencionales que proyectan dinámicas de poder y apropiación de obras musicales motivadas por el lucro. No se debe negar que, Los Mirlos aprendieron y dominaron las técnicas compositivas de Fachín y Sánchez, de Juaneco y su Combo y Los Wembler's, respectivamente. No se debe olvidar que, la cumbia amazónica es el resultado de la avanzada capacidad de apertura y adaptación de los músicos locales frente a las diversas influencias musicales, tanto extranjeras como nacionales. Este estilo se construyó con particularidades en cada región selvática, pero fueron los compositores quienes, enfrentando limitaciones materiales y técnicas, dieron forma a un estilo propio que es reconocible frente al mismo género hecho en la región costeña y andina.
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