Ir al contenido principal

Relato: Visitas de media noche



Veía que las raíces de los viejos troncos de cocos de la huerta de mi abuela se movían como gusanos interminables y abominables, que se dirigían a mí como si buscaran envolver mi infantil cuerpo. Inmóvil, trataba de no sucumbir al susto que irremediable me traía consigo la media noche; mi primaria intención solo era ir al baño, que a la luz del día estaba solo a unos pasos de mi habitación y en noches como esa, se distanciaba mucho de aquel. Mis pasos se aletargaban quizá por el temor de sucumbir a esos gusanos imaginarios, que intuía intentaban comerme.

―¿Quién es? ―preguntó una voz que no podía reconocer.
―¿Será la madre de este cocotero? ―me respondí para mis adentros, aguantando la respiración y sin proferir palabra alguna.
―¿Quién es? ―volvió a preguntar esa misma voz. ¡Dios! ¡ Era la voz de mi madre!
―¡Mamá! ―Grité tibiamente, como si mis cuerdas vocales estuvieran pegadas unas contra otras: un grito casi mudo. Mi madre me reconoció.
―¿Qué pasa? ―preguntó como un soldado, como esos cachacos que nos les importa nada, ni siquiera interrumpir el silencio de la noche.
―¡Nada mamita, nada! Estaba saliendo a orinar nada más.
―¡Entonces deja de hacer bulla y la próxima mete el bacín al cuarto para que te evites de tonterías!

Mi madre, obviamente no creía en mi miedo a la oscuridad; nada, nadita, ni qué ocho cuartos, o me mandaba a lavar mi bacín o simplemente hijito, aguántate toda la noche y no dejes que los inquilinos de tu abuela se enteren que eres un miedoso con una gran proyección a cobarde.
Más de treinta años después, en los tiempos del internet y las redes sociales, los miedos sólo cambiaron de contexto. El miedo a la noche existe, solo que ya no le tememos a los fantasmas ni otros demonios, sino a los delincuentes y todo aquel enemigo de lo ajeno que busca llenar su billetera a costa nuestra.

Justo hoy, es doce de la noche, vivo en un lugar que se considera tranquilo, como es costumbre, debo miccionar antes de dormir. Cierro mi oficina de estudio, dejo la laptop encendida para seguir bajando una aplicación que me ayudará en mi productividad, me dirijo al baño de visitas, justo al abrir la puerta veo una imagen terrorífica de alguien que creo conocer, pero ese alguien está muerto hace buen tiempo; al tratar de ver bien, Electro Oriente me juega una mala pasada, se va la luz y me quedo en oscuro. Por ahí escuché que debo abrir los ojos aun esté en la sombra más completa, porque siempre hay algo que ver. Abro los ojos y tengo el cuerpo helado, veo la misma imagen parada frente a mí, el rostro de un amigo muerto hace años me sonríe, la respiración se me entrecorta y la visión se me va poco a poco. La bombilla de la luz del baño se encendió de nuevo y con ella regresó también mi tranquilidad, ausculté el lugar; nada había cambiado, todo estaba igual, la oficina, la laptop y lo mejor de todo, esta terrible experiencia revivió mis miedos infantiles, el miedo a la noche, el miedo a que se te vaya la luz y uno no esté preparado para visitas inesperadas a media noche.

       Víctor Manuel Nieves Pinchi

Comentarios

Entradas populares de este blog

Libros: El gallo gallina

El gallo gallina La novela de Oswaldo Reynoso “El gallo gallina”, editada por una editorial peruana que ha tenido a bien transcribirla de un original publicado a mimeógrafo, según palabras del autor, hace más de cinco décadas, es una verdadera muestra de ingenio, por ser un compendio de sucesos narrados en distintos tiempos y estilos literarios. Una “gallo gallina” es un gallo de pelea que se asemeja a una gallina en apariencia; con esta peculiaridad, engaña a su rival, a quien después de haber confundido y al punto de alterarle las hormonas, logra vencerlo. El de esta historia, por la trama y su mismo nombre, “Civilísimo”, es un gallo de suma importancia. Tanto su dueño, apegado a su animal al punto de llorar por él y embriagarse al máximo, el adolescente que por desgracia lo hurta, el cocinero que parece haber pactado con el diablo para obtener la receta de una pachamanca sin igual, los inoportunos apristas, los maestros oradores y sobones, los mendigos, y finalmente, el minist

Tradición: patrona de Tarapoto

    Patrona de la Santa Cruz de los Motilones en Tarapoto       Todos los pueblos guardan en cada uno de sus habitantes diversos matices de júbilo, devoción, algarabía y festividad; motivados por la llegada de una fecha muy significativa, por lo general de carácter religioso. En la ciudad de Tarapoto se celebra la patrona de la Santa Cruz de los Motilones, fiesta que se inicia el 07 de julio y concluye el 19 del mismo mes. Cuentan nuestros abuelos, que para la llegada de esta gran fiesta, los cabezones se preparaban con anticipación casi un año. Ya sea sembrando yuca, maíz, plátano y otros productos de panllevar, así también como la crianza de gallinas, pavos y chanchos. Cuando faltaban pocos meses para la celebración, los cabezones con sus respectivos ayudantes cosechaban los productos y seleccionaban las gallinas y chanchos para esperar la llegada de la gran patrona. La primera semana de julio, las mujeres se dedicaban a la preparación del masato de yuca y chicha de maíz.  El 07 de j

Análisis: Yakuruna (novela)

PRESENTACIÓN DE LA OBRA LITERARIA "YAKURUNA" DE MIULER VÁSQUEZ GONZÁLEZ Por: Julio Oliveira Valles GENERALIDADES Los escritores, por lo general narran o impregnan en sus creaciones literarias sus experiencias tempranas, la división de la realidad, sus relaciones familiares, amicales, su contacto con la naturaleza circundante: ríos, lagos, accidentes geográficos, costumbres, comportamientos, lenguaje, etc. Incluyendo sus creencias, formación profesional, actividades laborales, entre otros. Estas creaciones literarias de autores selváticos, según mi punto de vista, se agrupan de la siguiente manera: - Literatura de selva alta - Literatura de ceja de selva y, - Literatura de selva baja o llano amazónico. La obra "Yakuruna" del escritor Miuler Vásquez González, tiene como escenario la selva y el río; se ubica en el segundo grupo, es decir entre escritores de ceja de selva, identificada por la descripción paisajística y uso de expresiones propias del universo vocabular d