Ionósfera
Ionósfera (8)
Depeche Mode
No es nada fácil para algunas bandas o músicos mantenerse en vigencia, los cambios o evoluciones musicales quizás sean una adyacente para jugar en contra de ellos, siendo pocos los que logran renacer de sus cenizas enterradas por el fanatismo pasajero. Depeche Mode es un caso contrario, ya con más de 30 años de vigencia en la escena musical y sobrevivientes en buenas condiciones de la oleada Synth Pop – New Wave de los 80', formados a inicios de esos años en Gran Bretaña por Vince Clarke y Andrew Fletcher, a los que se unieron Martin Gore y poco después el vocalista David Gahan.
Tras lanzar su álbum debut Speak & Spell en 1981, Vince Clarke, uno de los tecladistas dejó el grupo para integrar "Yazoo" y "Erasure", bandas del mismo género; luego fue sustituido por Alan Wilder, quien permaneció hasta 1995. Desde entonces, Gahan, Gore y Fletcher han continuado como trío, tras una larga trayectoria musical, al ser de los grupos más longevos de su generación, Depeche Mode conserva prestigio y a la vez un importante éxito a nivel mundial con temas como "Just Can't Get Enough", "Enjoy The Silence", entre otros; no por gusto son considerados como los padres del Rock Electrónico.
Tuvieron que pasar 4 años desde aquel disco "Sounds Of The Universe", editado en el 2009, para que nos sorprendan con su decimotercer disco en estudio, "Delta Machine".
Este nuevo disco está cargado de 13 temas, marcados por paisajes sonoros opresivos y densos, el tema encargado de abrir el álbum es "Welcome to my World", acompañados de sintetizadores profundos que escoltan la iluminada voz de Gahan para darle paso a "Angel", otra excelente canción, a la cual podríamos considerarla como la hermana de "In Chains", aquel tema con el que abrían su anterior álbum "Sounds Of The Universe"; es que sí, este es el disco donde Depeche Mode más parece autoinfluenciarse tomando ingredientes de todas sus obras anteriores.
Con el tema "Broken" nos muestran su vena más Synyh Pop, esa que caracterizó sus discos en la década de los 80', influenciada directamente por discos como Black Celebration (1986) o Music For The Masses (1987); y para la alegría de los fans de la primera época, ésta no es la única canción con aroma retro, también sucede lo mismo con "Sof Touch / Raw Nerve" y "Goodbye", la encargada de cerrar las trece piezas que completan este álbum.
También hay lugar para una balada absolutamente imprescindible: "The Child Inside", cantada por Martin Gore, el electro de "Slow" y "Shoote my Soul". Como podemos apreciar, este nuevo trabajo de Dave Gahany abarca matices muy amplios de estilos que serán del aprecio de los seguidores de todas sus épocas; pero lo más importante es que Depeche Mode supo crear un estilo propio. Aunque se acercan más o menos a cualquier género, ellos siempre van a sonar a Depeche Mode, porque tiene un ADN propio, inconfundible, como todas las grandes bandas deben tener.
(M.D.)
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