Felix Maquén
El poeta Félix Maquén
José Félix Maquén Gamarra, amigo especial, poeta, narrador y promotor cultural, me ha sorprendido gratamente con sus dos recientes publicaciones: Lluvia insospechada y La burla del chullachaqui (libros que me enorgullezco de haber editado); pero en esta día especial, tras haber releído todas las composiciones poéticas que ha publicado mi amigo, solo me voy referir al artista de la palabra, al poeta de los sueños, al mensajero de los enamorados de la vida, y al eterno poeta disconforme que ansía el bienestar anhelado de todos los días.
Félix, como sabemos, es autor de los libros La shayandera, Sirenita mutishca y La burla del chullachaqui, los tres de narrativa, aunque en el primero hay una sección de poemas imperdibles, sobre todo para quienes conocen su querida Bellavista, lugar donde radica hace más de cuarenta años. En poesía, no solo los libros Latidos, El corazón del palenque y Lluvia insospechada componen su vasta producción; también están los centenares de poemas que ha escrito en sus decenas de cuadernos a los cuales, cada vez que nos encontramos, los deshoja y cual mariposas alzando vuelo, de esa cabeza adornada de nieve, surgen los más intrépidos, genuinos y cautivadores poemas. Félix lee pausado, pero con mucho énfasis, al punto de generar una sensación de estar transportado a una dimensión celestial. No exagero.
Recuerdo con mucho cariño las innumerables veces que participamos en cafés literarios. Con estilo propio, mi gran amigo Félix, a quien estimo de veras, con el corazón, más que leer, cantaba, entonaba, sentía los versos. Y no ha cambiado. Hace poco nos encontramos en Bellavista, prestos a embriagarnos, no de alcohol, ¡de poesía!, e iniciamos un recital particular en donde, por supuesto, el artífice y más loado fue el dueño de casa.
La poesía amazónica, pese a que “amazónico” es un cliché que no encaja en la poesía, pues esta no tiene tiempo ni memoria, tiene un representante que ha trascendido en lo sublime, y no hace poco, Félix es grande desde siempre, cómo no podría serlo, si sus versos no son meras entonaciones de palabras, sino sonidos encantadores, imágenes dadivosas de lo excelso, símbolos del universo más allá de toda galaxia imaginada.
Exalto la verdadera poesía, la que amo desde mis entrañas, la que no es otra que la palabra hecha arte. No me guardo esta vez de decirlo, con el permiso de mis amigos.
El poeta ha querido compartir dos de sus poemas inéditos. A continuación, en exclusiva, les dejó el video de los mismos.
Félix, como sabemos, es autor de los libros La shayandera, Sirenita mutishca y La burla del chullachaqui, los tres de narrativa, aunque en el primero hay una sección de poemas imperdibles, sobre todo para quienes conocen su querida Bellavista, lugar donde radica hace más de cuarenta años. En poesía, no solo los libros Latidos, El corazón del palenque y Lluvia insospechada componen su vasta producción; también están los centenares de poemas que ha escrito en sus decenas de cuadernos a los cuales, cada vez que nos encontramos, los deshoja y cual mariposas alzando vuelo, de esa cabeza adornada de nieve, surgen los más intrépidos, genuinos y cautivadores poemas. Félix lee pausado, pero con mucho énfasis, al punto de generar una sensación de estar transportado a una dimensión celestial. No exagero.
Recuerdo con mucho cariño las innumerables veces que participamos en cafés literarios. Con estilo propio, mi gran amigo Félix, a quien estimo de veras, con el corazón, más que leer, cantaba, entonaba, sentía los versos. Y no ha cambiado. Hace poco nos encontramos en Bellavista, prestos a embriagarnos, no de alcohol, ¡de poesía!, e iniciamos un recital particular en donde, por supuesto, el artífice y más loado fue el dueño de casa.
La poesía amazónica, pese a que “amazónico” es un cliché que no encaja en la poesía, pues esta no tiene tiempo ni memoria, tiene un representante que ha trascendido en lo sublime, y no hace poco, Félix es grande desde siempre, cómo no podría serlo, si sus versos no son meras entonaciones de palabras, sino sonidos encantadores, imágenes dadivosas de lo excelso, símbolos del universo más allá de toda galaxia imaginada.
Exalto la verdadera poesía, la que amo desde mis entrañas, la que no es otra que la palabra hecha arte. No me guardo esta vez de decirlo, con el permiso de mis amigos.
El poeta ha querido compartir dos de sus poemas inéditos. A continuación, en exclusiva, les dejó el video de los mismos.
Sobre el autor
José Félix Maquén Gamarra es autor del himno a Bellavista y ganador de los juegos florales «El Tarapotino», en poesía. Es autor de seis libros de poesía y narrativa.
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