Tradición: Punta de Huastilla

 
 


Los shapingos de la 
Punta de Huastilla

El señor Nicolás Cabrera Valles, uno de los fundadores y primer presidente de esta gran organización moyobambina, cuenta que la primera reunión para formar el comité se realizó en la casa de la señora Angélica Panduro, el 27 de julio de 1965, a horas 8:00 de la noche. Reunidos todos dieron sus opiniones óptimas, formando de esa manera el Comité San Juan Chico, Punta de Huastilla – Barrio de Zaragoza, y la primera junta directiva que regiría en adelante el buen desarrollo de dicha organización.

La idea para conformar dicho comité resultó de una de las cuantas conversaciones que tuvieron cuando fueron a la huacreada. Un trabajo de campo en colectivo que consistía en cargar materiales largos y pesados, como vigas, horcones, caña bravas, etc., en grupos de dos a seis personas, cada una con su pretina. El número de personas que participaba en dicha actividad, se organizaba de acuerdo a la cantidad y el peso del material a cargar.

Una vez terminada la reunión y conformada la junta directiva, acordaron realizar muchas actividades; no tardaron ni una semana, por lo que todos, a una sola mano, comenzaron a construir con mucha devoción una capilla de regular tamaño que albergaría a muchos cristianos y devotos del santo Juan Bautista. Aquella capilla se ubicaba en el mismo lugar del actual local del comité (Punta de Huastilla) y estaba destinada a venerar y celebrar las fiestas del santo, en este gran sector del barrio de Zaragoza. 

Concluida la construcción, formaron una comisión para dirigirse a la Iglesia Matriz de la ciudad para solicitar al sacerdote, de ese entonces, la bendición e inauguración de la preciosa capilla.

Inmensa fue la sorpresa para los presentes cuando el sacerdote cambió de parecer y en forma indignada comenzó a sermonearles aduciendo que dicha capilla se encontraba en un bosque impenetrable. Terminó diciéndoles ¡Cómo creen que voy a ir a ese lugar lleno de shapingos! ¡La casa de Dios no debe estar en un lugar de shapingos…!

En realidad, aquel lugar era un hermoso piñal donde la gente iba a degustar aquella fruta muy dulce.

Al escuchar semejante expresión del sacerdote, uno de los presentes le respondió en voz baja, diciéndole: Cómo es posible que usted, siendo el padre de este pueblo se exprese de nosotros de una manera tan cruel. Los presentes se sentían muy aludidos y a la vez ofendidos por haberles tratado de shapingos (demonios del bosque). Regresaron muy enojados por lo sucedido, con la decisión de destruir la capilla y cambiar la fachada por el local institucional, hasta la actualidad. 

Desde ese entonces los lugareños de la punta de Huastilla fueron catalogados como "shapingos".//

(Por Henrry Panduro Centurión)

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