Personaje ilustre: José Saramago


Nació en Azinhaga - Portugal, el 16 de noviembre del año 1922, y murió en  Tías - España, el 18 de junio del año 2010.

Saramago fue un prolijo narrador, poeta, periodista y ensayista. Sus primeros años fueron difíciles, debido a la necesidad que le aquejaba, no por ello dejó de preocuparse por aprender. Creció en Lisboa, junto a su madre analfabeta, quien le proporcionó su primer libro, sembrándole así la semilla de escritor. Cuando cumplió quince años, tuvo que dejar de estudiar y ponerse a trabajar como cerrajero, para subsistir; posteriormente, se desempeñó como cajero, y luego, movido por las letras, de un momento a otro ejerció el periodismo. A mediados de la década del setenta, colaboraba en diversos medios, era co-editor de un periódico y además, partidario de la revolución de los Claveles (Revolução dos Cravos).

En sus inicios, su primera novela, en 1947,  lleva el título "Tierra de pecado"; en 1966, tras un largo periodo de ausencia, publica "Los poemas posibles", anterior a "Probablemente alegría", 1970, otro libro de poesía, irónica y hasta cierto punto erótica. 

Como narrador: Algunas crónicas y textos teatrales, componen el volumen "Viaje a Portugal", 1981; sin embargo, para la crítica, su máxima y fecunda producción se inicia con "Manual de pintura y caligrafía", novela, 1976; "Casi un objeto", relatos, 1978. Las siguientes novelas lo consagraron como un novelista universal: "Alzado (o levantado) del Suelo", 1980; "Memorial del convento",  1981; "El año de la muerte de Ricardo Reis", 1984; "La balsa de piedra", 1986; "Historia del cerco de Lisboa", 1989; "El Evangelio según Jesucristo", 1991; "Ensayo sobre la ceguera", 1995; "Todos los nombres", 1997. "La Caverna", 2000; "El hombre duplicado",  2002; "Ensayo sobre la lucidez", 2004; "Las intermitencias de la muerte",  2005; "El viaje del elefante", 2008; "Caín", 2009.

Saramago tuvo múltiples reconocimientos, el más grande fue el otorgado por la Academia Sueca: el Premio Nobel de Literatura, en 1998.

 (M.V) //


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Caín

Hace unos días, como sucede de vez en cuando, se reunieron los seres celestes ante el señor y también estaba presente satán, y dios le preguntó, De dónde vienes ahora, y satán respondió, He estado dando una vuelta por la tierra, y el señor le hizo otra pregunta, Te fijaste en mi siervo Job, no hay otro como él en el mundo, es un hombre bueno y honesto, muy religioso, y no hace nada mal. Satán, que oía con una sonrisa irónica, desdeñosa, le preguntó a dios, Crees que sus sentimientos son desinteresados, no es verdad que, como si lo cercaras con una muralla, tú lo proteges de todo mal, a él, a su familia y a todo lo que le pertenece. Hizo una pausa y continuó, Pero prueba a levantar una mano contra lo que es suyo y verás si él no te maldice. Entonces el señor le dijo a satán, Todo lo que le pertenece está a tu disposición, pero a él no lo puedes tocar. Satán lo oyó y se fue, y nosotros aquí estamos, Para qué, preguntó caín, Para que satán no se exceda, para que no vaya más allá de los límites que el señor le marcó. Entonces caín dijo, Si he entendido bien, el señor y satán han hecho una apuesta, pero Job no puede saber que ha sido objeto de un juego entre dios y el diablo, Exactamente, exclamaron los ángeles a coro, A mí no me parece muy limpio por parte del señor, dijo caín, si lo que he oído es verdad, Job, pese a ser rico, es un hombre bueno, honesto, y para colmo muy religioso, no ha cometido ningún crimen, pero va a ser castigado sin motivo alguno con la pérdida de sus bienes, tal vez, como tanta gente dice, el señor es justo, pero a mí no me lo parece, esto me hace recordar lo que le sucedió a abraham, al que dios, para ponerlo a prueba, ordenó que matara a su hijo isaac, en mi opinión, si el señor no se fía de las personas que creen en él, no veo por qué esas personas tienen que fiarse del señor, Los designios de dios son inescrutables, ni nosotros, ángeles, podemos penetrar en su pensamiento, Estoy cansado de esa cháchara de que los designios del señor son inescrutables, respondió caín, dios debería ser transparente y límpido como cristal en lugar de este continuo pavor, de este continuo miedo, en fin, dios no nos ama, Él fue quien te dio la vida, La vida me la dieron mi padre y mi madre, juntaron carne con carne y yo nací, no consta que dios estuviese presente en el acto, Dios está en todas partes, Sobre todo cuando manda matar, un solo niño de los que murieron abrasados en sodoma bastaría para condenarlo sin remisión, pero la justicia, para dios, es una palabra vana, ahora hará sufrir a Job por una apuesta y nadie le pedirá cuentas, Cuidado, caín, hablas demasiado, el señor está oyéndote y tarde o temprano te castigará, El señor no oye, el señor es sordo, por todas partes se le alzan súplicas, son los pobres, los infelices, los desgraciados, todos implorándole el remedio que el mundo les niega, y el señor les da la espalda, comenzó haciendo una alianza con los hebreos y ahora hace un pacto con el diablo, para esto no merece la pena que haya dios. Los ángeles protestaron indignados, amenazaron con dejarlo allí, sin empleo, con lo que el debate teológico terminó y las paces fueron más o menos restablecidas. Uno de los ángeles llegó incluso a decir, Creo que el señor apreciaría discutir contigo sobre estos asuntos, Tal vez algún día, respondió caín. Estaban ante la puerta de la gran casa de Job, uno de los ángeles solicitó hablar con el intendente, que no vino en persona, pero mandó a un representante para saber qué pretendían, Trabajo, dijo el ángel, no para nosotros, que somos de otros lugares, sino para este amigo nuestro que acaba de llegar y quiere fundar una nueva vida en la tierra de uz, Tú qué sabes hacer, preguntó el delegado del intendente, Entiendo un poco de burros, he sido ayudante de albéitar en el ejército de josué, Muy bien, es una buena recomendación, voy a mandar a un esclavo para que te acompañe y te incorporarás ahora mismo, sólo necesito que me digas tu nombre, Soy caín, Y de dónde vienes, De las tierras de nod, Nunca las he oído nombrar, No eres el primero que no lo sabe, quien dice tierras de nod, dice tierras de nada. Entonces uno de los ángeles le dijo a caín, Estás en buenas manos, ya tienes trabajo, Mientras dure, respondió caín con una sonrisa apagada, No te pongas en lo peor, intervino el delegado del intendente, quien tiene la suerte de entrar un día en esta casa encuentra trabajo para toda la vida, no hay un hombre mejor que Job. Los ángeles se despidieron de caín con un abrazo y regresaron a su tarea de fiscales del cumplimiento de las órdenes del señor, quién sabe si todo esto, al final, no acabará teniendo un desenlace mejor que aquel que parece prometido. 
       (Extraído de la novela Caín, 2009)

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