La Real academia de la lengua


Sucesos: Fundación de la Real academia de la lengua española
3 de octubre

Existe desde el año 1713 la RAE (Real Academia Española) por iniciativa de Juan Manuel Fernández Pacheco, marqués de Villena y fue Felipe V quien aprobó su constitución el 3 de octubre de 1714 y la colocó bajo su «Amparo y Real Protección».

Su propósito fue el de «fijar las voces y vocablos de la lengua castellana en su mayor propiedad, elegancia y pureza». Se representó tal finalidad con un emblema formado por un crisol en el fuego con la leyenda Limpia, fija y da esplendor, obediente al propósito enunciado de combatir cuanto alterara la elegancia y pureza del idioma, y de fijarlo en el estado de plenitud alcanzado en el siglo XVI.

La institución ha ido adaptando sus funciones a los tiempos que le ha tocado vivir. Actualmente, y según lo establecido por el artículo primero de sus Estatutos, la Academia «tiene como misión principal velar porque los cambios que experimente la Lengua Española en su constante adaptación a las necesidades de sus hablantes no quiebren la esencial unidad que mantiene en todo el ámbito hispánico».

En estos tiempos de postmodernidad, en que el soporte de la lengua/idioma es la computadora, tenemos la Lingüística computacional y con intervención de los miembros de la RAE acaba de presentarse  el manual: "Escribir en internet. Guía para los nuevos medios y las redes sociales", promovido por la Fundéu (Fundación del Español Urgente) BBVA y editado por Galaxia Gutenberg.

Mario Tascón, gran experto en los nuevos medios, explicó algunas de las características de este  manual que cuenta con los consejos de más de cuarenta expertos sobre asuntos como la cortesía en la red, la correspondencia electrónica, la reputación online, la redacción de blogs, las redes sociales o los emoticonos.

"El manual es sólo un punto de partida, una foto de la situación de nuestra lengua que se bate hoy en la escollera de internet como lo hizo antaño en los medios de comunicación convencionales", concluye Tascón.

Finalizo, afirmando que se aprende a hablar, hablando; se aprende a escribir, escribiendo; todo se aprende haciendo. Ser críticos y asequibles a la crítica para ir alcanzando la excelencia  en el manejo adecuado y correcto de nuestro sistema lingüístico y otros en esta era de la globalización de las culturas.

(Roldán Del Águila García)//

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