Ir al contenido principal

Un héroe anónimo

Al final, todo acabó como él, nuestro héroe de esta historia, quiso que fuera. Hubo un día, sí, que se sintió muy seguro de levantarse a toda prisa y correr, llegar primero, ganar, sobre todo ganar. Pero el camino tuvo muchos obstáculos, abismos en los costados, lodo… No, no era tan fácil su avance, aquello lo comprobó muy pronto, después de que se viniera abajo con el primer tropezón. Y entonces sufrió mucho, porque las caídas duelen, enferman a veces; no obstante el dolor más profundo tuvo su origen en la desesperación que le produjo la impotencia. Estar ahí, detenido, inmóvil, sin poder dar un paso, viendo a las avecillas volar y cantar, recordando con añoranza los buenos tiempos, nostálgico (“Érase una vez un héroe de verdad que murió patéticamente por un simple tropiezo…”). Detenido, vertiendo sus pasos contra sí mismo. “¿Qué no lo vez?” No, nada. Suelen ser muy oscuras las travesías, luego la negrura de la noche, el frío viento, los dolores que cada vez avanzan más, hasta lo más profundo, la estoica paz que se ahonda con cada sufrimiento…, y en fin, pronto amanece y al menos hay una seguridad de que el sol va a calentar un poco.

Finalmente su gran día se fue volando, desapareció en el infinito, murió. Sin embargo, aún perdido, este día siguió latente en su cerebro. Eran escenas ficticias nada más, vagos recuerdos; pero ahí estaba en ciertos lapsos, asomándose a su credulidad. Entonces era una gran hazaña su vida, un complemento de todo lo humanamente vivido. Grande, sabiondo de los conceptos que atañen a los letrados, conocedor del arte y otras expresiones, reflexivo, un héroe, sí, veredicto final de su doctrina. Claro que, en todo caso, siempre habrá mucho de ficción, engaño, estafa, ¡y qué!, ¡vale el momento!, ¡importa las expectativas del presente!

Acabó mal, ya lo sabemos. Se dejó caer, su cuerpo rígido se fue encogiendo aún más, hasta comprimirse y formar parte de la estulticia inerte que lo conforma el todo. En adelante, tampoco lo ignoramos, él, nuestro héroe caído, será como todos nosotros. O quizás suceda, en el mejor de los casos, que olvide todo y enloquezca.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Jerga: Cutra

Es uno de tantos términos del lenguaje vulgar aún no aceptado por la Academia de la Lengua Española de nuestro país, pero usado por todos los peruanos, cuyo significado está contextualizado con el soborno y vueltos de sobrecostos en el submundo de la corrupción. Me arriesgo a opinar que el origen de este término está en la preposición contra, que semánticamente, denota oposición y contrariedad. A mediados del siglo pasado, en que se originó esta jerga, los  facinerosos que cometían  este tipo de delitos económicos, eran conscientes  de que estaban actuando en contra de la ley. "Hagamos la contra". Supongo que para "esconder" la fechoría y no sentirse acusados por esta palabra, simplistamente, derivaron el término de contra a cutra. Así la preposición contra dio origen al sustantivo cutra que sometido a la acción toma categoría de verbo: cutrear. Actualmente, sigue siendo conjugado en las tres personas gramaticales, en singular y en plural.    (  Lucio Córdova Mezo

Tradición: patrona de Tarapoto

    Patrona de la Santa Cruz de los Motilones en Tarapoto       Todos los pueblos guardan en cada uno de sus habitantes diversos matices de júbilo, devoción, algarabía y festividad; motivados por la llegada de una fecha muy significativa, por lo general de carácter religioso. En la ciudad de Tarapoto se celebra la patrona de la Santa Cruz de los Motilones, fiesta que se inicia el 07 de julio y concluye el 19 del mismo mes. Cuentan nuestros abuelos, que para la llegada de esta gran fiesta, los cabezones se preparaban con anticipación casi un año. Ya sea sembrando yuca, maíz, plátano y otros productos de panllevar, así también como la crianza de gallinas, pavos y chanchos. Cuando faltaban pocos meses para la celebración, los cabezones con sus respectivos ayudantes cosechaban los productos y seleccionaban las gallinas y chanchos para esperar la llegada de la gran patrona. La primera semana de julio, las mujeres se dedicaban a la preparación del masato de yuca y chicha de maíz.  El 07 de j

El abuelo Wilmaco

Hace unos días, en Trazos, mi amigo Reymer y yo celebramos con un six pack de latas la culminación de su novela  El abuelo Wilmaco . Se trata de una historia ilustrada que habla del amor, no solo del que sentía Wilmaco por Romina y su hijo Yaro, también del amor hacia la naturaleza. Conocí a Reymer hace unos años y desde entonces hemos sido muy amigos. No. Mentira. La verdad es que casi no lo veo, pero sí hemos coincidido en varios eventos literarios y, para ser francos, siempre he admirado su determinación y compromiso con la literatura. Cuando me dijo que ya había culminado su proyecto y me envío sus escritos para leerlos, además de sentirme muy feliz de su logro, no dudé un segundo en ser partícipe de su edición y publicación. Y, ergo, he aquí el resultado. El abuelo Wilmaco  resalta a los hombres del campo dedicados al trabajo por un futuro prometedor. Pero la vida es incierta, agradable y nefasta a la vez. Esa es la vida, y Wilmaco, con sus nueve décadas, lo sabe y entiende