Crisis de la desinformación: 5G y el Coronavirus



La humanidad se encuentra resistiendo a la detonación de una catástrofe generalizada. Los escenarios son múltiples y todos ellos muy graves, no hace falta mencionarlos. Sin embargo, en medio del azote ha rebalsado una oscura oferta informativa: las teorías conspirativas. Pero, ¿qué son?

Para el sociólogo Hugo Antonio Pérez Hernaiz, son teorías alternativas a las oficiales, que explican un acontecimiento como consecuencia de la acción secreta de grupos muy poderosos. Esto quiere decir, que para los creyentes de las conspiraciones existen grupos poderosos en el ámbito social, político, económico y tecnológico que operan de manera secreta, desde siempre en contra de ciertos grupos sociales o de la población mundial. Si nos enfocamos en la situación actual, con un virus casi desconocido e incontrolable tenemos la trama perfecta, además de los medios perfectos para que nuevas teorías se manifiesten masivamente con una lírica engatusadora. Sí, las redes sociales son el medio que juegan un papel de cuchillo sin mango, al servicio de las colectividades con juicio crítico débil, tan débil que sus realidades se distorsionan en agresivos paranoicos de un ejército defensor de la pseudociencia (teorías que no se pueden verificar y tampoco descomponer fácilmente por férreo fanatismo). 

Todos los días y a cualquier hora del día se genera un tráfico abundante de contenidos que hablan vagamente de lo mismo, con planteamientos más deslumbrantes que otros, ficticios todos. No obstante, vamos a centrarnos en desmitificar una de esas teorías con información científica y objetiva. 

1. ¿Las antenas 5G propagan el Covid-19?

Muchos hemos sido testigos de artículos y opiniones de ''expertos'' en las ''ciencias físicas'' de este riesgo inminente por medio de dos (2) tendencias generales. Una de ellas dice que el 5G (no especifica cómo) daña el sistema inmune y por ende hace que la gente sea más susceptible a contraer el virus. La otra dice que el virus se transmite simplemente a través del 5G (tampoco tiene un procedimiento científico probado). 

Para los ingenieros de telecomunicaciones, dichas teorías deben ser desterradas, y para las ciencias sociales deben ser situadas como manipulación de la percepción. 

La tecnología 5G es una red inalámbrica de última generación que propone brindar altas velocidades de banda ancha móvil con latencias más bajas que el actual 4G, esto significa que la transmisión de datos se realizará diez (10) veces más rápidos que el internet que usamos hoy. Si ponemos un ejemplo, usted podrá descargar una película 3D en apenas diez (10) minutos, mientras que con la actual red 4G lo hace en una (1) hora. Si uno trabaja con videoconferencias o quisiera transmitir eventos y reuniones con resoluciones 8K, el 5G lo hará posible. 

Entonces, cuando se habla de ondas se hace referencia a la radiación no ionizante. Este tipo de radiación día a día más cerca de lo que creemos, está en los electrodomésticos y hasta en los celulares. Es cierto que puede aumentar la temperatura del cuerpo humano cuando por ejemplo, se duerme con el televisor prendido próximo al individuo o el celular debajo de la almohada, pero esto es incapaz de romper enlaces moleculares. 

Es totalmente irresponsable sostener una teoría fraudulenta que sitúa a las antenas 5G como propagadoras del Covid-19. Los rayos X, los rayos gamma e incluso los rayos ultravioletas tienen efectos negativos probados en el sistema inmune, pero no la tecnología 5G. Finalmente, el virus se transmite físicamente por partículas, y no por ondas de cualquier tipo. 

Es un hecho que las gentes están siendo víctimas de una manipulación enfermiza a través de la modificación del lenguaje en sus distintas vías de transmisión, a esto se suma la nula capacidad de análisis por parte de los individuos. Es necesario recordar la época de la tiranía nazi para contrastar una contrarrealidad impuesta en las masas más vulnerables. Hasta podríamos recurrir a la década de los 90 en el Perú, con periódicos que nos invitaban a crear una realidad alternativa en favor de una gobierno corrupto y criminal, y que hoy sería considerada como la época de la desinformación.

Quizás lo más preocupante de una vida pos-pandemia sea el oscurantismo que está en ascenso con ofertas informativas de tipo conspirativas. Incluso, en medio de esta pandemia ese cúmulo de gente fervorosa ha llegado al extremo de su propio contrasentido: derribar antenas 5G, realizar viles campañas que desprestigian a instituciones que se desgracian por atender las necesidades de la población, y hasta agredir al personal de salud que está en primera línea. Sí, lapidarlos física y emocionalmente, motivados por teorías sin pruebas técnicas o científicas; es decir, guiados por esa vil pseudociencia que nos carcome, no solamente lo poco de humanidad que nos sobra, sino el entero juicio crítico, y que coincidentemente sucede en países con menor inversión en educación. 

Afortunadamente, existen formas de combatirlas y combatirlos, y desde cada frente tenemos que hacerlo para salvaguardar la salud mental individual y colectiva. 

Percy Aleksander Flores Navarro, 1 de mayo de 2020.
Artículo académico original:
 https://www.academia.edu/43267498/Crisis_de_la_desinformaci%C3%B3n_5G_y_el_coronavirus       


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