Jerga: Piña


La palabra piña nos trae a la memoria un fruto muy agradable que no tiene nada que ver con el infortunio, pero el contexto popular  la ha separado de su significado primitivo adoptándole el concepto de mala suerte.

Esta jerga se ha originado en la gran ciudad, capital de nuestro querido Perú. La pregunta maestra es: ¿Por qué a la dulzura de la piña la han relacionan con la amargura  de la desdicha? 

Resulta que, antes que se conecten las vías comunicación de la costa con la selva,  al mercado limeño, de no sé donde, llegaban piñas insípidas y ácidas, cuya acritud lastimaba la boca (de repente, eran cosechadas antes de tiempo)  para poder comerlas había que embadurnarlas con azúcar. Esa cáustica característica dio mala fama a este delicioso fruto y lo relacionaron con la desventura, convirtiendo su significante en un sinónimo de mala suerte. 

Si en esa época hubieran saboreado la insoportable ricura de la piña de Lamas, piña sería sinónimo de felicidad  en sumo grado. ¡Que piña!

          (Lucio Córdova)//

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