Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de abril, 2009

Un héroe anónimo

Al final, todo acabó como él, nuestro héroe de esta historia, quiso que fuera. Hubo un día, sí, que se sintió muy seguro de levantarse a toda prisa y correr, llegar primero, ganar, sobre todo ganar. Pero el camino tuvo muchos obstáculos, abismos en los costados, lodo… No, no era tan fácil su avance, aquello lo comprobó muy pronto, después de que se viniera abajo con el primer tropezón. Y entonces sufrió mucho, porque las caídas duelen, enferman a veces; no obstante el dolor más profundo tuvo su origen en la desesperación que le produjo la impotencia. Estar ahí, detenido, inmóvil, sin poder dar un paso, viendo a las avecillas volar y cantar, recordando con añoranza los buenos tiempos, nostálgico (“Érase una vez un héroe de verdad que murió patéticamente por un simple tropiezo…”). Detenido, vertiendo sus pasos contra sí mismo. “¿Qué no lo vez?” No, nada. Suelen ser muy oscuras las travesías, luego la negrura de la noche, el frío viento, los dolores que cada vez avanzan más, hasta lo más