Personaje ilustre: Raimondi


Antonio Raimondi

Genaro Sánchez Ramos

Giovanni Antonio Raimondi Dell'Acqua nació el 19 de setiembre de 1826 en la ciudad de Milán. Fue un prominente investigador, naturalista, geógrafo, explorador, escritor y catedrático italiano, su especialidad consistió en un profundo y esmerado estudio de la fauna, flora y geología peruana. 

Llegó al Callao en 1850, huyendo de los horrores de la guerra por la independencia y unidad de Italia y cautivado por los recursos naturales del Perú pues de los 40 años que vivió en él, 18 años viaja por casi todo su territorio con el fin de conocer más a fondo su naturaleza y sus habitantes ya que desde Italia los había estudiado bien.

Fue catedrático de la Universidad de San Marcos en Lima. La elección del Perú como destino para sus investigaciones fue un hecho consciente y emotivo. El desconocimiento científico de la legendaria tierra de los incas fue su primer estímulo. Financió sus primeras expediciones con sus propios recursos. Recorrió miles de kilómetros por itinerarios de gran dificultad en regiones prácticamente desconocidas, navegó por el Marañón, Ucayali, Huallaga  y Amazonas, entre los ríos orientales más importantes, descubrió la estela Chavín así como la imponente puya, los que llevan hoy su nombre en homenaje a su obra.

Raimondi fue sin duda el principal referente científico de nuestro país de la segunda mitad del siglo XIX. Su personalidad y méritos intelectuales le valieron ser reconocido como integrante distinguido de las más importantes asociaciones científicas del mundo.

"El Perú", su obra más sobresaliente fue editada en seis tomos entre 1875 y 1913, en la cual, en su prefacio, anima y aconseja directamente a todos los peruanos a estudiar las riquezas naturales del Perú, hecho que lo convierte por virtud, para muchos historiadores y escritores, como un genuino enciclopedista y verdadero peruanista. En 1862, al publicar su obra: "Apuntes sobre la Provincia Litoral de Loreto", Raimondi narra sus viajes por la selva encontrándose con hibitos, cholones y otras etnias, describiendo las características de los pueblos amazónicos, tiempos en que el Cercado de Moyobamba, Tarapoto, Tingo María, Pachiza, Yurimaguas e Iquitos pertenecían a Loreto.

Murió en la ciudad de San Pedro de Lloc, La Libertad, el 26 de octubre de 1890. En su memoria y por su aporte a la cultura peruana, existen  bustos, colegios, estatuas y plantas que llevan su nombre.//



El Perú es un mendigo sentado en un banco de oro

Teresa Vela Vásquez

Sin duda  la frase "El Perú sentado en un banco de oro" es una de las primeras que aprendimos desde nuestros inicios en educación básica regular,  primeras letras como expresión repetida del viajero italiano, Antonio Raimondi; quien además no fue solamente un viajero empedernido sino también un naturalista, investigador y académico de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Desde niño sintió pasión por las Ciencias Naturales y se cuenta que con sus ahorros compró un pequeño laboratorio, que funcionó como el principal juguete de su infancia. Era un niño a quien le gustaba también pintar y desarrollar una veta de acuarelista y dibujante que fue fundamental en su carrera, puesto que la botánica de sus días obligaba a pintar las plantas de las que se hablaba, ya que no existía la fotografía. 

Sin lugar a dudas la frase repetida por Antonio Raimondi para muchos es una baja autoestima  por el tema de la mendicidad  y con ello, la presencia de un desaliento que supone resignación a la postergación. El asunto no es quién dijo. Otros dicen que fue el viajero alemán Alexander Von Humboldt. El problema es la comodidad, la desidia que provoca el conformismo de un país "lleno de riquezas", pero, están ahí nomás, haciendo caso omiso de las coordenadas necesarias de "trabajo" y/o "inversión", ambos pilares del desarrollo de un país; ayudó a inculcar la conciencia sobre el trabajo que nos falta desarrollar a los peruanos para hacer verdaderamente grande a nuestra nación. Quizás estuvo animado por una concepción rentista de la riqueza y definitivamente pecó de una exagerada percepción de los recursos naturales y una suerte de miopía para observar con claridad que el trabajo es fundamental para lograr la riqueza. Nos queda a nosotros el reto de seguir trabajando con nuestro capital humano para potenciar las riquezas, que acaso nos las recuerda permanentemente la cornucopia que luce nuestro Escudo Nacional.

      Es verdad que  nosotros no sabemos aprovechar los recursos que nos da el Perú. Todo peruano tiene que  saber que somos ricos en flora y fauna; creo que somos neófitos al ver que empresas extranjeras explotan ¨nuestro banco de oro¨. No es que esté en contra de la inversión extranjera, pero, de pronto "sentados" somos espectadores de cómo otros se llevan nuestra riqueza.

Finalmente, la frase utilizada por Antonio Raimondi no quiso herirnos al expresar que EL PERÚ ES UN MENDIGO SENTADO EN UN BANCO DE ORO (1980), todo lo contrario, quiso que despertemos a la realidad para captar el mensaje en su verdadera dimensión. Ahora, parece que fuéramos no sólo mendigos, sino, además de eso, ciegos que no vemos los recursos naturales del país que se los llevan unos cuantos privilegiados con la complicidad de nuestros gobernantes, casi gratis, vía TLC; también somos sordos porque no escuchamos las palabras como las de Raimondi en su oportunidad, que nos daban a entender que nosotros somos los dueños y que, como tales, deberíamos poner condiciones a favor de la nación, al vender o al concesionar los recursos naturales de nuestra sagrada patria.// 

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